Navegar El Sufrimiento.

Navegar el Sufrimiento.

Tu y yo sabemos muy bien que la vida no es viento en popa. El mundo es un océano lleno de fracasos, problemas y tristezas. Las tormentas pueden parecer que van a seguir para siempre, unas olas gigantes salen de nada y nos pueden derribar, hundir nuestro barco y nos dejan en un lugar que es muy difícil. Pero hay una manera de navegar los mares de sufrimiento. Lo que te da lo más dolor, lo que te de el remordamiento más fuerte, en realidad puede ser la mejor cosa que suceda en tu vida. 

Unos años atrás, el sufrimiento no pidió permiso para tocar mi vida. El dolor no llamó por teléfono para pedir permiso para venir a las cinco de la tarde. Llegó, y no tenía nada que decir al respecto. Estaba jugando  fútbol con mis hermanos esa hermosa tarde. Todo estaba bien y estábamos bromeando y divirtiéndonos. Yo estaba corriendo con la pelota, me abordó alguien y cuando caí, todo cambió. Y a partir de ese momento, yo sería diferente para el resto de mi vida. De repente oí este sonido terrible como un chasquido. Y una cantidad increíble de dolor corrió en mi pierna. Tenía miedo, no quería moverme. Sabía que algo muy malo había pasado, pero quería esperar que estaba equivocada. Esperaba que tal vez  fue un músculo o algo así. Fui al hospital con mis padres y tenía una rayo X tomada. Cuando llegó el doctor con los resultados me dijo “no te mueves, es muy grave”.  Se me quebro la pierna en cuatro lugares. El hueso se hizo añicos. Los médicos dijeron que no pensaban que yo jamás caminaría normal otra vez.  

Yo tenía que tener la cirugía y los médicos pusieron una barra de titanio y ocho tornillos en mi hueso. Recuerdo en la cama en el hospital pensando, ¿cómo puede ser esto? Ayer por la mañana yo estaba corriendo diez kilometros y fue fuerte, y ahora ni siquiera puedo caminar. Cuando me desperté de la cirugía me sentí más dolor que he sentido en toda mi vida. En las próximas semanas el dolor era tan intenso que es difícil de describir con palabras. Por la noche soñaba que estaba cayendo y me extendí la pierna para evitar que me caiga. Esto me hizo mover mi pierna lesionada causando un dolor muy grave.

Cuando nos encontramos en un lugar de sufrimiento, hay muchas actitudes.. o  puertas, que podemos elegir para entrar. Puede que no hayas decidido estar donde estás, pero puedes decidir cómo deseas estar allí. ¿Vas a  ser vencido o vas a vencer? Puedes decidir qué puerta para entrar. Hay una puerta que conduce a la autocompasión, remordimiento y desdicha. Esta es una puerta llena de preguntas, un ciclo sin fin de revivir el pasado. Hay una puerta que lleva a la culpa, ya sea Dios o de otra persona y te deja lleno de cinismo y amargura. Hay una puerta que conduce a darse por vencido. Hay una puerta que conduce a la autosuficiencia y el orgullo que dice Soy fuerte, voy a estar bien.  

La mayoría de la gente entraría en una de estas puertas. Pero no me refiero a la mayoría de la gente, estoy hablando contigo. Hay otra puerta que se puede entrar (Juan 10). Una puerta que en dónde uno se elige utilizar su sufrimiento a su ventaja. Piensa en el sufrimiento como un barco. Puedes navegar tu nave hacia donde quieres ir. Incluso si los mares son peligrosos y las olas son grandes, si sabes cómo navegar, puede escapar de la tormenta y encontrar un lugar de aguas tranquilas. Puedes utilizar tu sufrimiento para llevarte a un lugar. A un lugar que es mejor que  el donde te encuentras ahora. Descubrí que si podía navegar en mi sufrimiento… mis problemas, e podrían llevarme a un buen lugar, en vez de un mal lugar.  

¿Cómo? Digamos, que eras rico, no un millonario, pero con dinero suficiente. Digamos que vives en una casa bonita. Imaginas que todo lo que te causa dolor en este momento, ya no existe más y todo es genial. Quita todos tus problemas. No te das cuenta de esto, pero te corazón sería diferente. He viajado por todo el mundo. He hablado cara a cara con los millonarios y todos los niveles de la gente que realmente no conocen este lugar de sufrimiento. Sus corazónes son como una roca. Ellos sólo piensan en sí mismos y las cosas que pueden tener. Jesús dice, es imposible que un rico entre en el Reino de los Cielos y ay de aquellos que viven una vida cómoda. Entonces, en tu lugar, si quieres optar por permitir que tu sufrimiento te hace humilde, en vez de hacerte amargo tendrías una gran esperanza. Si permites que tus problemas quebran tu corazón, un corazón contrito y humillado Dios no despreciará.

Esta vida va a ser pasado en muy poco tiempo, mi querido amigo. Lo que importa es la otra vida, la vida eterna. Jesús dice que ¨..dichosos son los que sufren…eres bendito cuando lloras … Bienaventurados los pobres en espíritu… porque a ellos pertenece el Reino de los Cielos”(Matt.5:3).

Si decides ser humilde, Dios te dará gracia y favor. Puedes comenzar a acercarte al Padre y el Padre se acercará a ti. Él dice que resiste a los orgullosos, y no hace caso a los soberbios, pero considera a los humildes. No importa el tiempo que pensamos acerca de algo que sucedió en el pasado, no va a cambiar la forma en que lo sucedió. Tienes que resolver que lo que sucedió, sucedió. El pasado es el pasado. No podemos cambiar lo que hemos hecho, pero sí podemos cambiar quién somos. Esta es la puerta que te llevará a las manos de un Padre amoroso. 

Sin duda, el sufrimiento va a cambiar tu vida. Si se trata de cambiar para el bien o para el mal, depende de ti. Aunque no tenías opción cuando el sufrimiento tocó tu puerta,  sí tienes opción en que puerte que quieres toca en tu sufrimiento. Cuando te encuentras en un lugar oscuro, un lugar de tristeza y dolor, no crees que aquí es donde terminará tu vida, sino más bien,  dejas que el sufrimimiento sea el barco que te lleva al lugar donde puede comenzar tu vida. Jesús vino como el Siervo Sufriente. Él mora con los humildes, y Él elege los que son humildes, los que son debiles, los que no son nada. Si decides ceder al Padre, te brindará la redención a tu fracaso más grande, te curará y empleará lo que te de remordamiento , para convertirte en quién Él quiere que seas. Sé que estás padeciendo dolor mi amigo, pero ceda al Jesús vivo. Eliges la humildad. Decides a creer.

Puedo haber dejado el lugar de sentarse en una silla de ruedas, pero nunca voy a dejar el lugar que encontré dentro de ese lugar. Que en humiliación hay recompensa. En dolor hay alegría. En debildad hay fuerza. En un hueso quebrantado hay titanio. En sufrimeinto puedo navigar para un lugar hermoso. En ese lugar es el lugar donde me acerco a mi Padre. El que habita en un lugar alto y santo, sino también con los humildes.