Había Una Vez…

existía un muchacho que se llamó Wabyder.
Wabyder era exactamente igual a todos los otros chicos. Bueno, excepto que era gigantesca, verde y comía insectos. Algunos de los otros chicos comían insectos también, pero no tanto como Wabyder. Wabyder siempre intentaba de ser muy chévere. Siempre trató de hacer cosas chéveres de forma chévere en horas chéveres porque quería divertirse, pero también para impresionar a sus amigos…

…Pero Wabyder tenía
un secreto…

A pesar de que actuó feliz, Wabyder estaba muy triste por adentro. No entendía por qué, pero Algo adentro siempre le dolÍa.
Todo parecía muy vacío para Wabyder. Se preguntaba si alguna vez alguien lo amaría o si sería capáz de encontrar un propósito.
A veces otras personas decían que era demasiado grande y verde y que pareció bobo. A veces comía un insecto que parecía delicioso, pero realmente tenía sabor terrible. A veces sentía muy solo y frustrado y ni siquiera sabía por qué. A veces, la vida le parecía un poco extraña para Wabyder.
Así Wabyder tenía un montón de problemas.

Un día, Wabyder estaba pensando en la vida, lo que haría y sería…Pensó en muchas cosas, en como sería si tuviera un trabajo realmente bueno y ganar un montón de dinero. Sería estupendo comprar un montón de juguetes y ropa chévere y los insectos muy finos que le encantaba comer. “Pero, ¿qué otra cosa podría comprar si tuviera mucho dinero?” pensó Wabyder. Concluyó que no existe nada que realmente le traería lo que realmente buscaba.
Después se preguntó cómo sería si tuviera un amigo muy bueno. Tal vez incluso conocer a una buena chica. Pero se preguntó cómo sabría si ella realmente lo amara. ¿Y qué tal si un día ella se cambió de opinión y se fue? Le haría muy triste. Wabyder sabía que debería existir algo más para su vida que simplemente tratando de encontrar un verdadero amigo.
Pensó en muchas cosas, pero en realidad todo era nada. Nada que le haría diferente o especial. Y esto es lo que Wabyder quería más que todo…

¡Quería ser especial!

“¿Cómo sería si tuviera alas y pudiera volar…volar por encima de todos los problemas de la vida?” pensó Wabyder. “¿Qué perspectiva podría obtener si pudiera ver el mundo desde ahí arriba? ¡Apuesto a que mis problemas parecerían muy pequeños, como insectos!”
Soñaba de cómo sería ir de una gran aventura. Pensó acerca de enfrentar el peligro y si tendría el coraje de no tener miedo. ¿Sería un líder? ¿Era capaz de hacer cosas grandes? ¿Qué nombre daría a su loro? “¿Qué clase de hombre voy a ser?” se preguntó Wabyder. “Yo no quiero simplemente existir en este mundo gigante. Tengo que hacer algo especial.”

“Eres meramente un soñador. Nunca vas a hacer o ser algo especial …”

“Olvídalo, Wabster, ¡sólo haz lo que todos hacen.”

“La vida es horrible, parcero. Tienes que aceptarla así. Eres pobre y bobo y nunca vas a hacer nada.”

“¡Date por vencido, Wabyder! Haz lo que todo el mundo hace … ¡meramente existe!”

“¡Nadie me presta atención! Siento solo. Siento triste. Nadie entiende lo que yo sufro.”

Dijeron los veces en la cabeza de Wabyder

Una mañana, Wabyder se fue por su parque favorito y se sentó miserablemente en el banquillo.

“Tienen razón”, dijo a sí en voz alta, “decido que yo, oficialmente ¡me rindo! No tengo nada especial! Voy a meramente existir! “ Por extraño que parezca, Wabyder en realidad se sentía orgulloso de sí por llegar a esta decisión. Se preguntó si existiera un documento “Me Doy por Vencido” que él debería firmar para que sea oficial?

“No deberías hacer eso,” dijo una tortuga de apariencia chistosa que de repente habia surgido del lago.

“¿Y por qué no? ¡Puedo rendirme si quiero!” insistió Wabyder.

“Mi nombre es Sabio. Y te puedo contar exactamente cúal es tu problema, amiguito.” Dijo Sabio.

“Tengo tantos problemas ‘amiguito’ ni siquiera puedes imaginar.” Exlamó un Wabyder frusterado.

Sabio Dijo: “Bueno, lo primero es que comes demasiados insectos y ¡un día serás muy gordo! Pero tu problema principal es que piensas del mismo modo que todos los demás! Todos se sienten vacíos y solitarios, pero lo ocultan porque no saben qué hacer. ¿De verdad quieres ser especial? ¡Tienes que hacer lo que nadie más hace!”

“¡Espera! ¿Qué más?…eso no me ayuda … ¡ugh!” gritó Wabyder. Pero Sabio de repente desapareció de nuevo en el agua.

Entonces Wabyder se recostó y pensó en lo que le dijo la tortuga.

Lentamente comenzó a tratar de pensar de modo diferente que antes. Sentado en el parque mirando las nubes, se preguntó “¿Cómo pueden estar nubes allá, a menos que estaban atados?“ Entonces pensó en lo bonitos que eran y en el cielo detras de azul profundo. Entonces vio el sol y sintió su calor. Se preguntó “¿Cómo es que todo esto sucede? ¿Qué lo hace seguir ocurriendo?” Entonces un pensamiento muy extraño entró a su cabeza …”
“Me pregunto si existe un Dios. Creo que Él hizo todo esto”, pensó, “Si todo es tan hermoso, entonces debe ser un Dios hermoso con un carácter hermoso.” No dejaba de pensar, lo que era extraño porque nunca había pensado tanto en toda su vida. “Apostaría que si Dios hizo todo esto, y hasta me hizo a mí, entonces Él probablemente tiene algo más significativo para que hago yo que simplemente pasear por la vida buscando algo de felicidad aleatoria y los insectos sabrosos.” Y así Wabyder comenzó a cambiar la forma en que pensó. Concluyó “Si hay un Dios, y Él es tan hermoso y tan grande, entonces Él debe ser capáz de escucharme.”

Entonces Wabyder dijo con toda la sinceridad que pudo: “Dios, ¿me puedes oir? ¿Me ves? ¿Te preocupas por mí? Por favor, si eres real, ayúdame. Muéstrame quién eres y si tienes algo especial para mi vida.”

Cuando Wabyder caminaba hacia su casa por la tarde, entre los árboles del parque, oyó una voz extraña y familiar.
“¿Estás listo para una aventura? Aquí, vas a necesitar de esto,” dijo Sabio, moviendose muy lento y ofreciendo un libro muy grande. “Llévalo, amigo mío, léelo. Te dirá todo lo que necesitas. Pues, todo, siempre y cuando utilizas la clave secreta.”
“¿Y que es, Sr. Sabio? ¿Cuál es la clave?” preguntó Wabyder.
Pero ya era demasiado tarde … la misteriosa tortuga ya había desaparecida otra vez en el bosque. Wabyder tomó el libro y se dirigió a su cuarto, donde se sentó y comenzó a leerlo. “Ah…es una biblia,” pensó Wabyder. “Es tan aburrida y yo realmente no entiendo nada de eso.” Estaba un poco decepcionado. Habia pensado que era algo realmente mágico.

 Pero tal vez era, y él simplemente no tenía la clave secreta …

Entonces Wabyder se sentó, pensando en que podría ser la clave mágica. Se colocó sus gafas de sol, trató de leerlo al revés, incluso se frotó un poco de jugo de insectos sobre las páginas, pero no pasó nada. De repente Wabyder oyó una voz : “¡Es tu corazón!”. Wabyder giró a mirar, pero no había nadie allí. “Debe haber sido mis propios pensamientos,” concluyó Wabyder. “Debo hacer que mi corazón se esfuerza para entender este libro. ¡Esa es la clave a la magia!”
Y Wabyder recordó lo que la tortuga le había dicho acerca de no ser como los demás, sino pensar de una manera especial. Así Wabyder pensó en las formas en que podía emplear su corazón para desencadenar la magia.
Primero, empezó a leer despacio y pensar en que podría significar prácticamente para él. Entonces, pensó : “Si éstas son las palabras de Dios, y Dios está vivo, entonces Él debe querer ayudarme a entender.” Wabyder estaba muy feliz que él podía pensar de forma tan inteligente. Entonces
dijo …

“Dios, yo no sé nada de lo que esto realmente significa. ¿Me podrías ayudar a entender? Se trata de ti … ¿Quién eres tú? ¿Cómo puedo llegar a conocerte?”

Y ante el asombro de Wabyder … poco a poco empezó a comprender. ¡Fue tan emocionante!

Wabyder empezó a leer un libro de la Biblia, llamado el Evangelio de Juan. Gastó tiempo a solos para estudiar. Leyó acerca de esta persona llamada Jesús quién, en realidad, era Dios en la tierra. Él vino a demostrar a los hombres quién es Dios. Wow. Él relacionó con los don nadies, en lugar de ir a los peces gordos importantes. ¡Que genial! Wabyder aprendió que una cosa llamada el pecado fue lo que le hizo sentir triste y solo. Dios creó al hombre, pero el hombre rechazó a Dios. Todos nacen con este pecado en su propio cuerpo. Todo comenzó a tener sentido para Wabyder. Entonces Wabyder leía que Jesús lo amaba tanto que Él vino a morir por su pecado. ¡Wabyder sentía tan especial para descubrir la respuesta a todos sus problemas!
Un día, cuando estaba leyendo, pensó que si Jesús se levantó de la muerte en la cruz, Jesús tuvo que ser invisible, pero vivo, en algún lugar. Pero, ¿dónde? Tenía un pensamiento extraño que le pareció muy útil. Decidió pedir directamente a Jesús si él podía conocer con Él hoy. Así Wabyder leía en Juan 14 sobre alguien llamado El Ayudante, Quien Jesús dijo que lo enviaría a los que le pidió. Entonces Wabyder pidió a Jesús “¿Me puedes dar este Ayudante para que yo pueda experimentar lo que significa cuando dices que tengo que nacer de nuevo en Juan 3? “ Entonces algo “mágico”, comenzó
a pasar…
…Wabyder hizo un compromiso a seguir a Jesús. Él dijo a Jesús: “Yo cometo un montón de malos errores y no entiendo muy bien qué significa todo esto …pero confio en ti y te creo, Jesús. Por favor, toma y usa mi vida.” Entonces Wabyder comenzó a hablar así y contar muchas cosas secretas a Jesús, y Wabyder estaba transformado.
Algunos se burlaban de él por creer en cosas invisibles, pero no le importaba porque finalmente entendió que la fe era la “magia” para aplicar la obra de Jesús a todas sus luchas internas. ¡Wabyder ahora tenía una misión! Él fue perdonado y podría ayudar a los demás!
Pero Wabyder todavía se preguntaba si “Jesús comía insectos?” Luego, a su gran sorpresa, leyó que Jesús tenía un amigo mejor llamado Juan el Bautista, que ¡comía insectos todo el tiempo! ¡Entonces Jesús probablemente también lo hizo! Wow. Ahora Wabyder sabía que Jesús entendía todo acerca de él .
El Ayudante enseñó todo a Wabyder. Empezó, por propia cuenta, a hacer cosas completamente nuevas. ¡Tuvo que aprender ser valiente! Aprendió cómo preguntar las personas solitarias y los pobres sobre sí mismos. Aprendió a poner su mano sobre sus hombros y mirarles a los ojos cuando hablaba con ellos. Aprendió a escuchar. A veces se les dijo cómo Jesús podía ayudarlos si ellos creyeran. ¡Todo era tan nuevo! Wabyder sentía tan especial, ya que estaba haciendo algo que nadie más hizo: le preocupaba …

..con otra persona en lugar de sí mismo. ¡Fue tan divertido! Algunas personas trataron de decirle a Wabyder que tenía que ir a un edificio durante una hora el domingo y pensar igual al resto del mundo si él amaba a Dios. Pero Wabyder sabía que eso era una bobada. Si Dios era tan grande, ¿cómo podría caber en un edificio? Además, las personas en esos edificios le parecían raras. Wabyder sabía que sólo estaban fingiendo. Él no tenía que fingir, ¡él conocía a la cosa persona verdadera! Y en esta persona, Jesús, Wabyder se había convertido en verdaderamente especial!

Wabyder Ama La Música

Wabyder le encanta sentarse solo y escuchar su música especial. Eso le lleva a un lugar muy profundo en donde él puede pensar en cosas profundas. Le inspira a explorar un mundo nuevo. ¿Quieres escuchar a la que Wabyder escucha?

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Wabyder está esperando para ayudar a cualquier aventurero dispuesto. Escríbale: wabyder@gmail.com

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